Adiestramiento y comportamientoPerros

Los beneficios del adiestramiento positivo en perros

El adiestramiento positivo es una técnica de enseñanza que se basa en el refuerzo de conductas deseadas a través de recompensas. Este enfoque mejora la relación entre el humano y su patudo al mismo tiempo que promueve un comportamiento saludable y equilibrado en los perros. 

Hay muchos beneficios del adiestramiento positivo. A continuación, conoceremos algunos de los beneficios más destacados del adiestramiento positivo, como la mejora de la relación con tu perro y la reducción del estrés. Veremos también cómo ponerlo en práctica de forma eficaz. 

En los casos más complicados, o si no tenemos tiempo ni experiencia para ponerlo en práctica, contar con un experto es una solución de la que no nos arrepentiremos. No hay nada peor que el estrés de no conseguir una relación satisfactoria con nuestro patudo por una mala comunicación.

¿Qué es el adiestramiento positivo?

El adiestramiento positivo es una técnica eficaz y compasiva que beneficia tanto a los perros como a sus humanos. Esta técnica promueve un ambiente de aprendizaje saludable, mejora la relación entre patudo y su humano, ayudando a alcanzar un comportamiento equilibrado en los perros. Al invertir en un adiestramiento positivo, estás enseñando a tu patudo cómo quieres que se comporte, reduces sus niveles de ansiedad y, además, también estás construyendo una relación duradera basada en la confianza y el respeto mutuo.

El adiestramiento positivo se centra en recompensar a los perros por comportamientos apropiados en lugar de castigarlos por los indeseados. Esto puede incluir el uso de golosinas, elogios, caricias o juegos como refuerzos. 

El objetivo es motivar al perro a repetir comportamientos que resultan en recompensas.

Beneficios del adiestramiento positivo

Adiestramiento positivo

El adiestramiento positivo es una metodología ampliamente reconocida que se centra en reforzar conductas deseadas a través de recompensas. Entre los múltiples beneficios que ofrece, destacan la reducción del estrés y el fomento de un ambiente de confianza. 

Dedicar tiempo para trabajar junto a tu patudo es fundamental para que este método sea efectivo, ya que el compromiso y la constancia fortalecen el vínculo entre ambos.

1. Mejora la relación entre el perro y el humano

El uso de técnicas de refuerzo positivo fomenta un vínculo más fuerte entre el perro y su humano. Al asociar la obediencia con recompensas, el perro comienza a ver al humano como una fuente de placer y seguridad, lo que resulta en una mayor confianza y un comportamiento más cooperativo.

Por ejemplo, cuando un dueño recompensa a su perro con una golosina y elogios por sentarse al llegar un visitante, el perro comienza a asociar esta acción con algo positivo, lo que refuerza su deseo de complacer al humano de la misma forma en futuras ocasiones.

2. Reduce el estrés y la ansiedad

El adiestramiento basado en el refuerzo positivo crea un entorno de aprendizaje seguro y sin miedos. Los perros que son entrenados con métodos negativos pueden experimentar estrés y ansiedad (mira los signos de estrés en perros y descubre si tu patudo tiene alguno), lo que puede llevar a comportamientos problemáticos. Al evitar el castigo, puedes ayudar a tus perros a sentirse más seguros y relajados.

Un caso común es el de un perro que se muestra ansioso durante los fuegos artificiales. Al practicar el entrenamiento positivo, puedes recompensar al perro cuando se queda tranquilo en su lugar, ayudándolo a asociar los ruidos fuertes con calma y recompensas, lo que a su vez reduce su ansiedad. Aunque no es algo sencillo de conseguir, con tiempo y dedicación es posible.

3. Fomenta un aprendizaje efectivo

Los perros aprenden de manera más efectiva cuando se les motiva con recompensas. Este enfoque ayuda a que los animales retengan la información y comprendan lo que se espera de ellos. 

Por ejemplo, si un cachorro recibe una golosina cada vez que responde a su nombre, comenzará a asociar su nombre con un resultado positivo. Esto facilita que el humano enseñe otras órdenes, como «ven», de manera más rápida y efectiva.

Las sesiones de entrenamiento cortas y divertidas también mantienen la atención del perro y favorecen un aprendizaje duradero.

4. Promueve comportamientos deseados

El adiestramiento positivo no solo se enfoca en corregir comportamientos indeseados, sino que también ayuda a fomentar aquellos que son deseables. 

Por ejemplo, premiar a un perro por sentarse cuando se le pide o por no ladrar cuando alguien toca el timbre  ayuda a crear un ambiente armonioso tanto en casa como en lugares públicos.

Otro caso muy típico en el que el adiestramiento positivo puede ser de gran ayuda es en el de un perro que suele saltar sobre los visitantes. Al ser recompensado por permanecer sentado cuando alguien llega a la puerta, el patudo empezará a asociar el hecho de esperar tranquilo con la recompensa y cambiará su conducta.

5. Aumenta la motivación y la participación

Los perros son más propensos a participar en el entrenamiento si saben que recibirán recompensas. Esto hace que las sesiones de adiestramiento sean más agradables tanto para el perro como para el entrenador. 

Un ejemplo es un perro que se muestra reacio a hacer trucos. Al introducir una pelota como premio durante las sesiones de entrenamiento, el humano puede motivar al perro a realizar trucos como girar o rodar, haciendo que la experiencia sea divertida y gratificante para ambos.

La motivación aumentada también puede llevar a un mejor comportamiento en situaciones cotidianas.

Cómo implementar el adiestramiento positivo

Adiestramiento positivo en perros

Antes de implementar el adiestramiento positivo, es fundamental que el entrenador se prepare adecuadamente. Esto incluye mantener una actitud tranquila y positiva, ya que el nerviosismo o la frustración pueden dificultar la claridad al dar órdenes al patudo. 

Una mentalidad serena favorece un ambiente de aprendizaje efectivo al mismo tiempo que ayuda a que el perro se sienta más seguro y receptivo. 

Además, familiarizarse con las técnicas de refuerzo y practicar la consistencia en las órdenes son pasos esenciales para garantizar una experiencia exitosa tanto para el humano como para el patudo.

1. Usa recompensas apropiadas

Identificar qué tipo de recompensas motiva más a tu perro es clave para el éxito del adiestramiento. Las recompensas pueden variar desde golosinas hasta elogios verbales y juguetes.

  • Experimenta con diferentes tipos de golosinas: Algunos perros prefieren premios comestibles, mientras que otros responden mejor a juegos o caricias. Prueba distintas opciones y observa cuál motiva más a tu mascota.
  • Utiliza recompensas en el momento adecuado: Es muy importante ofrecer la recompensa inmediatamente después de que el perro realice la acción deseada. Esto ayuda a reforzar la conexión entre el comportamiento y la recompensa.

Si estás enseñando a tu perro a sentarse, utiliza una golosina que le encante. Cada vez que se siente al instante después de dar la orden, ofrécele la golosina. Esto le ayudará a asociar el comando «sentado» con algo positivo.

Identifica qué tipo de recompensas motiva más a tu perro. Puede ser una golosina especial, un juguete o incluso una sesión de juego. La clave es ser consistente y ofrecer la recompensa inmediatamente después de que el perro realice la acción deseada.

2. Mantén sesiones cortas

Los perros, especialmente los cachorros, tienen períodos de atención limitados. Es importante mantener las sesiones de entrenamiento breves y agradables para evitar la frustración tanto del perro como del dueño.

  • Limita las sesiones a 5-10 minutos: Dedica tiempo específico para cada sesión, repitiendo varias veces al día. Esto mantendrá la atención del perro sin abrumarlo.
  • Introduce variedad en las sesiones: Cambia las actividades para mantener el interés del perro. Alterna entre órdenes básicas, trucos y juegos.

Si decides hacer un entrenamiento de 10 minutos, empieza con 5 minutos de «sentado», seguido de 5 minutos de «dame la pata». Esto no solo mantiene la sesión dinámica, sino que también refuerza diferentes comportamientos.

Recuerda, los perros, especialmente los cachorros, tienen períodos de atención cortos. Es recomendable que las sesiones de entrenamiento no duren más de 5 a 10 minutos y que se realicen varias veces al día.

3. Sé paciente y consistente

La paciencia es fundamental en el adiestramiento. Los perros aprenden a su propio ritmo, y es esencial ser constante en el uso de órdenes y recompensas.

  • Evita frustrarte: Si tu patudo no responde de inmediato, respira hondo y mantén una actitud positiva. La frustración puede llevar a errores en el entrenamiento.
  • Utiliza las mismas palabras y tono para las órdenes: Esto ayuda a que tu perro entienda lo que se espera de él.

Si usas la palabra «quieto» para pedirle que se quede en su lugar, asegúrate de usar exactamente esa palabra en todas las ocasiones. Esto reforzará su comprensión del comando.

El adiestramiento lleva tiempo. Debes ser paciente y mantener una actitud positiva. Repite las órdenes y las recompensas de manera consistente para reforzar el aprendizaje.

4. Aumenta gradualmente la dificultad

Una vez que tu perro haya dominado un comando básico, es hora de introducir desafíos adicionales para mantener su interés y fomentar su aprendizaje.

  • Introduce distracciones: Practica en diferentes entornos para que tu perro aprenda a responder a tus órdenes, incluso con distracciones.
  • Combina comandos: Una vez que tu perro esté cómodo con comandos individuales, empieza a combinarlos. Por ejemplo, «sentado» seguido de «quieto».

Si tu perro responde bien a «sentado» en casa, intenta practicar en el parque, donde hay más estímulos. Luego, pídele que se siente y se quede mientras pasas por un lugar con otras personas y perros.

Recuerda empezar con órdenes sencillas y, una vez que tu perro las domine, aumenta la dificultad. Esto ayudará a que tu perro se sienta competente y motivado para aprender más.

5. Establece metas claras y realistas

Definir metas específicas para cada sesión de entrenamiento puede ayudar a mantener el enfoque y la motivación.

  • Divídelo en pequeños pasos: En lugar de intentar enseñar un truco complejo de inmediato, desglosa el proceso en pasos más manejables.
  • Celebra los logros: Cada vez que tu perro logre una meta, aunque sea pequeña, reconócelo y recompénsalo.

Si estás enseñando a tu perro a rodar, comienza por enseñarle a acostarse primero. Una vez que haya dominado eso, recompénsalo por rodar sobre su costado y luego finalmente por rodar completamente.

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